Fiel a una tradición ancestral, la imagen de San Miguel de Aralar paso nuevamente por Lerate, donde fue recibido por algunos feligreses.
En esta visita se comienza con el ritual de la bendición de los campos en las cuatro direcciones, bendiciones lau haizetara que no faltaron el martes dia14.
Un poco de historia
Antiguamente la finalidad de estas salidas era facilitar a los cofrades enfermos y que no podían subir hasta lo alto de Aralar para venerar su imagen. No en vano, llegó a contar con 40.000 hermanos. A partir de la mitad del siglo XIX, cuando el santuario perdió prados y bosques por la desamortización, este recorrido se convirtió en una fuente de ingresos importante.
El grupo de teatro del valle de Deierri representar la obra Santito Mio de la Dramaturga y escritura de Ana María Magnabosco. Con esta obra gano el premio del Instituto de la Cooperación Americana.
17 de Septiembre en Lerate
Es una obra cómica y actual, en la que contamos con personajes como Alberto flamante jubilado en edad de jubilarse, Maruja la misma edad, ama de casa vitalicia, Lola octogenaria, Luis fruto tardío y muy amado de una siesta con tormenta ….. una lista de personajes que son reconocibles en cualquier lugar donde se encuentren y no comento más para que disfrutéis de la sorpresa de esta obra.
“OS ESPERAMOS”
Frontón de Lerate
17 de septiembre en el a las 19:00
Un poco de historia sobre el grupo de Teatro del valle de Deierri.
Uno de sus componentes nos explica un poco su trayectoria
Comenzó su andadura hace unos 11 años de la mano de la asociación de mujeres de Deierri “Lagunartean” comenzamos a modo un taller en el que desarrollar diferentes habilidades comunicativas, hoy podemos decir que somos un grupo de teatro amateur, con capacidad para representar al menos dos obras a lo largo del año.
Una de ellas la ofrecemos en Marzo, formando parte de las actividades organizadas desde “Lagunartea” con motivo del día de la mujer, intentado fomentar una sociedad más igualitaria.
Además, a lo largo del año nos preparamos para representar una obra para las fiestas del día del valle, esta obra la volvemos a representar a petición de los interesados.
Desde esta pagina animamos a toda persona que tenga inquietudes por el teatro y sienta el gusanillo que se acerquen a conocernos, les apoyaremos con nuestra pasión,” nos apasiona” por otro lado nos sirve como esparcimiento y nos ayuda a pasar buenos ratos.
Todos los años en Lerate el 29 de abril celebramos la romeria en honor a San Pedro Mártir. No sabemos con exactitud desde cuando se realiza.
Actualmente se mantiene esta celebración, excepto estos últimos años debido a la pandemia. Continúa siendo una fiesta familiar, pero con la diferencia de que la comida se realiza en común para todos los vecinos del pueblo, un calderete popular cocinado por algunos de los vecinos.
Los mayores recuerdan que se celebraban las “fiestas pequeñas” del pueblo en esta fecha. Venían familiares de otros pueblos, se iba a la ermita donde se realizaba la bendición de los campos y se celebraba misa a las 12 de la mañana. A continuación se rezaba un responso en el cementerio, que se encuentra adosado a la ermita. Luego a comer cada uno en su casa, con menú especial de fiestas y se terminaba la celebración en el día.
La ermita de San Pedro Mártir se encuentra a unos 300 mt del centro del pueblo, en el antiguo camino que unía este pueblo con el de Ugar. Actualmente se sitúa en un lugar privilegiado, un robledal rodeado por las aguas del embalse de Alloz.
Es un edificio sencillo, que data del S.XVII de una sola planta rectangular y de paredes encaladas, con tejado a dos aguas, con la entrada principal situada al sur. En el altar un retablo de alrededor del 1630 enmarcado en columnas corintias y ático con talla de San Miguel se sitúa un gran óleo de autor desconocido que recuerda el martirio de San Pedro de Verona, dominico nacido en esa localidad italiana, predicador y miembro del Santo Oficio.
Desde la Edad Media los navarros tienen especial devoción a la imagen de San Miguel de Aralar, a partir del domingo de Pascua la imagen de San Miguel de Aralar, fiel a una tradición ancentral sale de su santuario, levantado en la sierra de Aralar, junto a la cima del monte Artxueta, para recorrer los pueblos de navarra que reclaman su asistencia.
Antiguamente se le solicitaba al santo que fuera a los pueblos cuando había pestes o plagas.
La imagen que porta las reliquias representa un ángel alado con una cruz alzada, toda ella cubierta de plata dorada, es una imagen de plata con alma de madera.
En cada pueblo una familia se encargaba de acoger y alimentar a los que trasladaban la imagen. Eran los llamados “Hermanos de San Miguel”. En Lerate se encargaban los habitantes de Casa Burunda.
Visita a Lerate
Visita a Lerate
El día de la visita de San Miguel era considerado un día muy especial. Con estreno de ropa y bandeo de campanas se salía a recibir las reliquias del santo con la cruz alzada y faroles encendidos al límite del municipio, en Lerate era a la altura del actual depósito de aguas, porque venía desde Arguiñano. Se le acompañaba cantando hasta la iglesia, donde se realizaba la misa y la adoración de las reliquias. Posteriormente, desde el frontón bendecía los campos. Al terminar las ceremonias religiosas se le acompañaba también cantando hasta Casa Burunda, donde se dejaba la imagen en la capilla de San José hasta el día siguiente.
“Miguel, Miguel, Arcángel Miguel
guardad, guardad a este pueblo fiel”
Por la mañana, después del desayuno, se le volvía a acompañar cantando por el camino de San Martín hasta el término de Irurre, donde se le despedía y era recibido ya por los vecinos de Irurre que le estaban esperando con un beso de la cruz que portaban. Era muy importante no pasarse de los límites del municipio, para no molestar a los vecinos del otro pueblo a donde iba.
“Adiós Miguel Arcángel
ministro general
será siempre tu trono
la cumbre de Aralar”
Antes el viaje lo realizaban con caballerías, y se necesitaban muchos días para recorrer todos los pueblos. Actualmente, con otros medios de transporte, recorre los pueblos de forma más rápida y puede hacer visita a varios de ellos en un mismo día, pero siguen siendo los Hermanos de San Miguel los encargados de la manutención de los acompañantes y se continúan realizando los mismos ritos que entonces, excepto el acompañamiento a los límites del municipio.
La asistencia a estos ritos es cada vez menor, puesto que la visita es en dio laborable y en los pueblos apenas quedan ya vecinos. La pandemia de estos años no ayudará a que estas visitas que forman parte de la tradición de los pueblos se mantengan.
El “auzolan” ha sido una de las costumbres más arraigadas en nuestra tierra.
Desde el concejo de Lerate nos parece una oportunidad la realización de un auzolan como forma de hacer para “hacer pueblo”, de formar parte de la vecindad, y objetivamente también supone una implicación en mejorar el entorno de donde vivimos.
¿Pero que es un AUZOLAN?
El auzolan es el sistema de trabajo de una sociedad organizada en comunidades que se entienden, así mismas, como colectivos de vecinos. De ahí el propio nombre del auzolan: Trabajo de vecinos. Aunque la traducción habitual sea trabajo comunitario o prestación personal.
Actualmente no son convocados muy frecuentemente. Suelen darse cuando hay algún acontecimiento extraordinario como la preparación de la fiesta del valle que cada año toca a un pueblo, o la rehabilitación de algún edificio o espacio comunal.
Un poco de historia
Al trabajo comunal se acude ahora voluntariamente pero antes cada casa tenía obligación de mandar a alguien a hacerlo. Un trabajo de ozalan era la limpieza de las balsas para el ganado que solían llenarse de tierras desprendidas en escorrentías. También era normal convocar a ozalanes para la limpieza de fuentes y pozos públicos. Los convocaba el párroco desde el púlpito por orden del alcalde de concejo o del valle. En otras ocasiones se enviaban representantes de cada casa a trabajos comunitarios para apagar incendios, arreglas desperfectos por desgracias o a una familia que tuviera miembros enfermos o impedidos.
Derechos y obligaciones vecinales
Cada casa daba apoyo y ayuda a los convecinos más necesitados ya fuera de forma particular o más comunitaria. Hace algunas décadas existía una relación mucho más estrecha con el resto de vecinos que daba pie a un tipo de compromiso y acuerdo no firmado de mutua asistencia. De esta manera, siempre que por necesidad de los habitantes de una casa hiciera falta echar una mano se echaba. Se hacía desde el intercambio de aperos de labranza como recados en casos de que un vecino estuviera enfermo y no pudiera levantarse de la cama. De igual manera, se visitaba a los enfermos si estos eran amigos cercanos y se acudía a los velatorios para demostrar respeto y acompañamiento a la familia del difunto.
Hasta aqui la historia
La vida en muchos pueblos a cambiado ya que muchos de sus vecinos no viven en el durante todo el año y muchos han venido de la ciudad al pueblo y no conocen las costumbre, sobre todo lo referente a la limpieza viaria.
En la vida del pueblo siempre han sido muy importantes las relaciones con los vecinos; sin duda, el trato ha sido y es más intenso que en las ciudades. Como hemos visto antes el concepto de pueblo va más allá del concepto vecino.
Por ello en el concejo de Lerate entendemos como — vecindad — el trato que va más allá de relaciones de personas que viven unas al lado de otras, vecindad o implica relaciones estrechas y bien definidas por la tradición, y que impone tanto deberes como disfrutes.
Lo que en tiempos fue una obligación se ha convertido con los años en una oportunidad de encuentro para los vecinos. Hace décadas, el auzolan era ineludible, de manera que un representante de cada casa del pueblo debía acudir a él cuando se convocaba. Si no lo hacía, debía pagar una multa.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces y ahora los vecinos trabajan en común de manera voluntaria. Son muchas las localidades que, a falta de otros recursos, echan mano de los residentes para acometer todo tipo de tareas, desde obras de albañilería hasta acondicionamiento de jardines, limpieza de viales……… u organización de fiestas.
M.J. Ancin en su libro El pantano de Alloz Luces y sombras de la construcción de un embalse nos cometa que en :
En 1930 Lerate no había agua corriente en las casas. Las mujeres iban a las fuentes a por agua y bajaban al rio a lavar o lo hacían en los lavaderos. Era un trabajo duro, según cuentan se les quedaban las manos heladas y además tenían que subir el gran peso de la ropa mojada a secarla en casa.
Tampoco había electricidad, ni por lo tanto maquinas que aliviaran el trabajo domestico, así que la dura jornada comenzaba al amanecer y terminaba cuando se iba la luz del sol. Todas las actividades de la casa eran hechas por las mujeres. Limpiar la casa, cocinar ir a por agua, lavar, hacer el pan, además de criar a los hijos y atender a los animales. Un dicho de entonces refleja el lo duro trabajo que suponía: “Amasar y colada, mujer enfadada”
Lavanderas de Arlés I Paul Gauguin. 1888
Nos vamos a inspirar en este párrafo para vislumbrar una de las faenas domesticas más dura que realizaban las mujeres—hacer la colada— según la cantidad de ropa el proceso podía durar hasta tres días. Uno para mojar y enjabonar la ropa, otro para calentar el agua y pasar la colada de agua y ceniza y el tercero para el aclarado, y al final el planchado
¿Que es hacer la colada?
En Navarra todavía utilizamos esta expresión aunque cada vez menos, cuando la oímos nos pensamos que es lavar la ropa en una lavadora pero el origen de la expresión viene de hacer colar agua hirviendo entre un envoltorio con ceniza y la ropa blanca que se ponía debajo para de esta manera blanquearla y que quedara como los chorros del oro. Otra cosa muy diferente a hoy , no hace tantos años en los pueblos y algunas capitales sin luz las mujeres tenían que tenían que bajar al rio o al lavadero para esta tarea.
En lerate no hay lavadero y me dicen que no se hizo porque tenían cerca el regacho, al que bajaban por una cuesta bastante empinada.
El remojado se realizaba en la casa o en el rio, se restregaba la ropa con jabón casero y, también se golpeaba o bien contra una madera o contra las piedras, al no haber guantes como ahora se les terminaba haciendo heridas en los nudillos de las manos, en verano era más fácil, pero en invierno con el frio y el agua tan helada que bajaba las manos se les helaban y la tarea era más dolorosa.
El segundo paso era el cocido Si la ropa la habían remojado en el rio subirla a casa era muy pesado y muchas veces se tenían que ayudar de burros. Al principio se hacía en un cesto de mimbre que más adelante se sustituyo por un terrizo de zinc. El cesto de mimbre se recubría en el fondo y la pared con una tela recia de lino para evitar el contacto con la ropa.
Si la ropa la habían remojado en el rio subirla a casa era muy pesado y muchas veces se tenían que ayudar de burros.
Al principio se hacía en un cesto de mimbre que más adelante se sustituyo por un terrizo de zinc. En este proceso debido a los cambios de temperatura era muy normal que les salieran sabañones en las manos
El cesto de mimbre se recubría en el fondo y la pared con una tela recia de lino para evitar el contacto con la ropa.
El cesto se colocaba sobre la coladera que era una bandeja circular de piedra con un reborde por todo el orillo y un saliente acanalado en un lado para que desagüe el agua, debajo se colocaba un barreño para recoger el agua.
Se asentaba la ropa en el cesto y encima una tela de lienzo, sobre esta tela se ponía la ceniza cernida.
Se calentaba abundante agua en una caldera en el fuego del hogaril y la echaban poco a poco sobre la ceniza para que fuera pasando por la ropa.
El agua que salía por el chucho del terrizo se recogía y se volvía a calentar hasta la ebullición, se volvía a verter repitiendo la operación una y otra vez hasta que toda la ropa estuviese caliente… Luego había que aclararla.
Muchas veces cuando todo estaba bien caliente, tapaban el chucho del terrizo con un corcho y dejaban la ropa a remojo con el agua de ceniza. Así mismo me cuentan que solían guardar el agua para fregar los suelos.
Como anécdota nuestra vecina nos comenta que su hermana que viva en Pamplona cuando empezó a traer lejía su madre no queria saber nada de ello decía que no la podía dejar tan blanca.
El tendido dependiendo del tiempo lo hacían al lado del regacho o bien la subían a casa, y después del todo el proceso venia el planchado de la ropa con esa planchas que había que calentar o bien llenar de carbón que pesaban bastante.
Si reflexionamos un poco vemos que no hace más de 70 años la vida tanto para hombres como mujeres era bastante dura.
Fuentes:M.J. Ancin en su libro El pantano de Alloz Luces y sombras de la construcción de un embalse
En Lerate todavía tenemos la suerte de tener testigos de cómo fue la vida de este pequeño pueblo antes de hacer el embalse, como vivieron los cambios y como influyo en sus vidas.
Muchas veces no nos damos cuenta de la importancia de la historia de nuestros mayores, testigos de un mundo que no llegamos a conocer, y muchas veces tampoco queremos conocer, una de nuestras testigos nos cuenta “con un ligero brillo en sus ojos” — cuando les cuento cosas a mis nietos “!dicen abuela eso son casas del pasado¡”— La juventud no tiene curiosidad o interés por el pasado, no saben que forman parte de su patrimonio de su memoria.
Las experiencias de nuestros mayores son trasformadoras y si no las recordamos se borra parte de lo que somos, nosotros formamos parte de su mundo, de un mundo que no conocimos pero que los moldeo a ellos y por antonomasia a nosotros.
Es maravilloso oírles hablar del papel de la mujer en la sociedad agrícola, como cultivaban los alimentos a la orilla del rio Ubagua, “nuestra testigo lo llama Ubagua, el cultivo del cereal, como triballan a mano y luego la llegada de la primera trilladora, primer teléfono que llego a Lerate, como transformo sus vidas y las del pueblo la construcción del embalse, “se les saltan las lagrimas cuando hablan de las tierras que perdieron”.
Ellos son los testigos de cómo fue Lerate y como cambio, como transforma sus vida, historias que quizá nunca contaron, aunque las conservan en su recuerdo, y desde esta página queremos darles voz para conocer un mundo que ellos conocieron muy bien pero que nosotros nunca conocimos.
“Perder sus historias es como perder una buena parte de nosotros mismos”.
Hemos comenzado con un pequeño articulo sobre la escuela, hay muchos más en preparación.
La escuela de Lerate se construyo en 1935, se mantuvo en activo hasta el año 1972 más o menos esta información es imprecisa.
Antes de su construcción los niños de Lerate acudían a la escuela de Irrure, iban andando, tenían turnos partidos y ante la imposibilidad de volver a casa a comer y volver a subir a la escuela se llevaban la comida, algunos eran acogidos en casa de familiares o conocidos.
La escuela se construyo con la piedra de una casa que se cayó la casa de los Urra, y la obra la ejecuto Don Nemesio de Riezu, maestro albañil muy afamo en la zona.
En la planta baja estaba la casa del maestro y en la planta alta se acondiciono la escuela, tenía en el medio una estufa de leña para calentar la estancia, nos comenta una antigua alumna que pasaban frio ya que no daba mucho calor y que muchas veces se tenían que llevar los alumnos la leña para poderse calentarse.
Interior de la escuela
La escuela era mixta tenían dos turnos, uno de tres hora a la mañana y otro de dos a la tarde, disfrutaban de media hora de recreo, jugaban juntos chicos y chicas, los juegos más habituales eran el balón prisionero, saltar a la cuerda, tabas y también el marro (a pillar). Asimismo en la hora del recreo a las niñas mayores las ponían a coser y bordar, ya que consideraban que eran mayores para jugar.
La primera hora de la tarde a las chicas se les enseñaba a hacer ganchillo, bordados y coser.
Unas de las primeras maestras, al menos a las que recuerda con cariño nuestra antigua alumna eran Julia Yaniz y Mª Luisa Dornaleteche , eran al principio unos 20 niños y se asistía hasta los 14 años.
Los padres estaban muy interesados en que no dejarían de estudiar ya que les decían que era muy importante.
Otra alumna destaca la influencia que tuvo su profesora Rosaura “a la cual guarda mucho cariño” nos dice que les animo a estudiar y ponía mucho esfuerzo en que cuando dejáramos la escuela siguiéramos estudiando para prepararnos para el futuro, además nos llevaba de excursión “el salir del pueblo nos parecía otro mundo” nos llevo a ver el Acuario de Donostia, a Fuenterrabía, monasterio de Leire, al pantano de Yesa y también a Estella, vamos que aparte de disfrutar mucho con las excursiones, también recuerdo que muchas de ellas eran muy didácticas.
En los años cercanos al 72 al no haber suficientes niños la escuela se cerró y los pocos niños que quedaron en el pueblo tenían que acudir a Garisoain.
Esta es más o menos un poco la historia de la Escuela de Lerate.
* Vista general del núcleo urbano de Lerate, en el valle de Guesálaz, tomada desde el oeste. En primer término, a la izquierda, edificio de las «Escuelas Nacionales» Más atrás, tras varias niñas que posan con abrigos dispersas sobre la calle, casas de la localidad y torre de la iglesia parroquial de San Pedro.
Foto de José Galle Gallego (1898-1983)
Características:
1 Fotografía – 13×18 cm – Gelatinobromuro – Vidrio
Duarante los últimos años y debido al aumento de residentes y visitantes durante el verano en Lerate, las basuras son un problema que nos afecta a todos.
Visto que la decisión de los últimos años de colocar más contenedores no daba el resultado previsto, desde el ayuntamiento se ha lanzado este año una novedosa y atrevida campaña, llamada “Residuos Cero” para concienciarnos a todos, visitantes y residentes, del problema que supone el exceso de basura.
A los visitantes les pedimos que se las lleven, que no nos las dejen, pero creo también que es un momento para que reflexionemos sobre la responsabilidad que todos tenemos de manera individual en la gestion de residuos.
Pero yo me pregunto ¿qué hemos hecho para que se nos plantee este problema? Nuestros abuelos no lo tenían, y ellos también consumían y generaban residuos, ¿qué hacían ellos con los residuos que generaban? ¿Podemos aprender de ellos?
Es verdad que la forma de vida ha cambiado mucho con respecto a la que ellos tenían. Ahora vivimos en una sociedad de consumo, de la abundancia. Nada se recicla, y si se estropea se compra otro. La vida de los productos que compramos es muy corta, porque nos dan todas las facilidades para que consumamos.
La vida de nuestros antepasados era muy diferente. Tenían pocas cosas, y tener más suponía un gran esfuerzo económico, así que había que sacar el máximo provecho a lo que había en casa. Los objetos se arreglaban, se reparaban varias veces si se podía, se les daba otra vida y si no eran de uso diario se prestaban unos vecinos a otros, y luego se devolvía “la ordea”
Si nos fijamos en los recipientes y utensilios que utilizaban en el dia a dia para contener los alimentos, podemos ver que la mayor parte de estos eran reciclabes : vasijas de barro para cocinar, vajillas de cerámica, botellas de cristal para contener los líquidos, de madera o en pellejos de animales, cubiertos de madera, cestos de mimbre y madera, etc.
Como podemos ver, estos materiales aunque parecen frágiles eran de uso frecuente. Cuando se rompian se podían arreglar y cuando resultaban inservibles se integraban en el campo sin contaminar.
Los restos de comidas, que eran poco porque nada se tiraba y se aprovechaba al máximo como han aprendido a hacerlo nuestras madres, los utilizaban para alimentar a los animales, y el resto que quedara lo amontonaban en una compostera que utilizaban después como abono natural de campos y huertas. Los residuos orgánicos de los animales también los utilizaban como abono para los campos.
La ropa que usaban era mínima. La más vieja y remendada era para ir al campo y para diario, y un traje (el que podía tenerlo) o una ropa más decente se la ponían para ir a misa los domingos o para ocasiones especiales. Era igual con el calzado, usaban un par de abarcas para el trabajo diario y un par de zapatos para los dias de fiesta. Comprarse zapatos nuevos era todo un lujo que pocas veces se lo podían permitir.
No se trata de vivir como ellos, porque estamos en otro momento y son otros tiempos. Sólo es una invitación a reflexionar sobre nuestra forma de consumir y si fuera posible hacer nuestro consumo más responsable.
Te propongo algunas cuestiones para ayudarte en esta reflexión:
– ¿Has pensado en reutilizar tus propios recipientes y comprar a granel? Cada vez hay más tiendas que sirven a granel, o quizás puedas comprar en los mercados cercanos
– ¿Puedes utilizar bolsas reciclables? ¿ o llevar tus propias bolsas al mercado? o quizás no necesites meter en bolsas todo lo que compres…
– Todos nos compramos ropa sin necesitarla, pero ¿son más las veces que lo haces porque lo necesitas o por capricho?
– Si vas de excursión piensa en que en el sitio a donde vayas no quede ninguna constancia de que tú has estado alli.
– ¿Tienes un rincon donde hacer un compostaje? Te sorprenderá la ausencia de malos olores y el estupendo abono que supone para tus plantas
– Fíjate en la cantidad de elementos de plástico que llegan a tus manos y piensa si los podrías evitar o sustituirlo por otro tipo de material más respetuoso con el medio ambiente y que genere menos residuo: cristal, madera, papel reciclado, etc
– ¿Has intentado arreglar lo que se estropea o darle un segundo uso?
Ser conscientes de la cantidad de residuos que cada uno de nosotros producimos, es un buen comienzo para disminuir las basuras que generamos. Todos somos responsables en mantener el medio ambiente mas limpio y gestionar nuestras basuras de manera más inteligente.
APRENDAMOS DEL PASADO PARA CONSTRUIR UN MEJOR FUTURO…
Desde este blog hacemos un llamamiento a todos aquellos que visitan la bahía de Lerate, comentaros que se ha producido un hecho excepcional, ¿Que hecho? pues bien al mantenerse la bahía virgen sin rastro humano han acudido unos nuevos visitantes, me refiero a las garzas y ánades.
Por estas fechas es decir abril y mayo comienza las actividades deportivas en el embalse y por lo vivido en este confinamiento vemos que ello aleja a la naturaleza del embalse.
Cuidemos este entorno, su calidad paisajística, su naturaleza exuberante, si entre todos lo cuidamos y respetamos puede ser un lugar de referente como área natural recreativa.
Donde la naturaleza se compagina en convivencia con usos humanos tan diversos como la explotación hidroeléctrica, la actividad ganadera, el uso forestal, la caza, la pesca, la recolección de setas y actividades de ocio como el senderismo, o la plácida observación y disfrute de la naturaleza.