La Iglesia de San Pedro de Lerate es un edificio medieval de comienzos del S.XIII, con influencias de estilo cisterciense.
Consta de una nave única cubierta de una bóveda de medio cañón apuntada y cabecera poligonal modernizada. A ambos lados se sitúan dos pequeñas capillas añadidas posteriormente.
La capilla Norte alberga la imagen de la Virgen del Rosario del S.XVI, enmarcada en retablo barroco del S.XVII y La capilla Sur contiene el sagrario utilizado en Jueves santo y una imagen de San Jose. En la sacristía puede contemplarse un lavatorio barroco de piedra del S.XVII.
El retablo mayor de la parroquia de San Pedro de Lerate es un conjunto muy poco conocido del manierismo temprano en Navarra, ejecutado a comienzos de la década de los 70 del siglo XVI y representa de forma modélica en su traza, decoración, relieves y tallas, aún expresivistas, el momento anterior al Romanismo, que se impondrá en todo el Reino en las dos últimas décadas de la centuria.
Esta obra se inició en el obispado de Diego Ramírez Sedeño de Fuenleal, quien en 1562 había asistido a las sesiones del Concilio de Trento.
Exteriormente puede observarse el sillarejo de la obra medieval y los sillares de la epoca renacentista. La puerta de entrada, de arco apuntado, lleva en su clave el escudo con las llaves de San pedro, cruz y tres rosetas. Está protegido por un nicho de silleria con arco rebajado, pensado como conjuratorio y al igual que la torre es una obra del cantero Juan de Urbieta.
En el interior puede contemplarse el retablo mayor de estilo plateresco de Juan de Elordi. Se apoya sobre un banco decorado con relieves de los cuatro evangelistas y los Padres de la Iglesia S. Ambrosio, S. Gregorio, S. Agustín y S. Jerónimo separados mediante cariátides.
Sobre el banco se elevan dos cuerpos de cinco calles y se remata con ático. Los cuerpos se separan con frisos decorados con cabezas de ángeles. El primer cuerpo lo forman el sagrario – Excepcionalmente conserva su sagrario original, una bella policromía con estofados del manierismo fantástico y los temas eucarísticos ejecutados a punta de pincel del interior del sagrario-. En el centro con relieves de Jesus Resucitado y San Pedro sedente y a ambos lados cuatro relieves de Maria Magdalena, La Virgen María, Sta. Catalina y Sta. Lucía.
El segundo cuerpo con otros cuatro altorelieves, dos obispos desconocidos, San Juan Bautista y S. Lorenzo, y en el centro una imagen exenta de San pedro.
En el ático, un calvario coronado por un frontón con la figura del Padre Eterno y a ambos lados los profetas Isaías y Jeremías.
Su importancia aumenta si consideramos que sus autores, el entallador Juan de Elordi y el pintor Martín de Miranda fueron miembros representativos del taller inédito de Villanueva de Araquil. Repintado a fines del siglo XIX, el retablo recuperó su policromía original en la restauración realizada en 2002 por Joaquín Martinena, retirándose a la vez un expositor posterior.
Destacar la pila bautismal, de piedra troncocónica de época medieval y el aguabenditera, también de piedra realizada en 1580.
En la sacristía se guarda un ostensorio de plata, purista, fechado en 1634, y varias piezas de orfebrería.
En la sacristía se encuentra una fuente de piedra del siglo XVIII, un Ecce-Homo del segundo tercio del siglo XVI y una Virgen del Rosario de la primera mitad del XVII, ésta muy repintada.
En el capítulo de orfrebrería se cuentan diversas piezas: cáliz de plata punzonada en Pamplona y sobredorada (mitad s. XVII), otro de estilo barroco de plata, varias crismeras de plata de la primera mitad del siglo XVII de estilo bajo-renacentista, hostiario barroco de plata (s. XVIII), ostensorio de plata (1634), el relicario de plata de San Pedro (s. XVIII) con punzones de Pamplona y el relicario de San Pedro Mártir (s. XIX).
S. Ancin
Fuente: Pedro Luis Echeverría Goñi
Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro/ La pieza del mes